Hummes: «El Sínodo de la Amazonia no fue convocado para repetir lo que la Iglesia ya dice, sino para avanzar»

«Será histórico, somos nosotros quienes vamos a trazar los nuevos caminos de esta Iglesia»

Cardenal Claudio Hummes. Foto: CAAAP

Cardenal Claudio Hummes. Foto: CAAAP

Por Luis Miguel Modino

17:04|23 de agosto de 2018.- En el proceso del Sínodo de la Amazonia es importante la presencia de los diferentes actores, también del episcopado. Desde esa perspectiva, este lunes, 20 de agosto, ha comenzado el III Encuentro de la Iglesia Católica en la Amazonia Legal, que hasta el día 23 reúne en la Maromba de Manaos a 55 obispos de la región amazónica brasileña, representando a las 56 diócesis y prelaturas existentes.

Los dos encuentros anteriores de la Iglesia en la Amazonia Legal, «hicieron grandes cosas para nuestra marcha en conjunto», como reconocía en el discurso de abertura el Cardenal Claudio Hummes, Presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonía y la Red Eclesial Pan-Amazónica – REPAM. Desde esta perspectiva, invocaba al Espíritu «para que nos ilumine, nos guíe y genere en nosotros una alegría evangélica», insistiendo en que «es importante que realizamos este encuentro con valentía y pasión», recordando las palabras del Papa Pablo VI, «Cristo apunta para la Amazonia».

En esta misma perspectiva, y dentro del proceso sinodal, Mons. Adolfo Zon, obispo de Alto Solimões, ve el encuentro como «un primer momento donde vamos a encontrarnos y ver cuáles son los puntos más importantes, que a lo largo de estos días de preparación, y sobre todo en estos meses en que caminaremos hacia el instrumento de trabajo, pueden ayudar a detectar los puntos más importantes que merecen ser reflejados».

Mons. Edson Damian, obispo de San Gabriel de la Cachoeira, la diócesis con mayor porcentaje población indígena de Brasil, también destacaba «la importancia de este encuentro porque la mayoría de nuestras diócesis aún no ha hecho un encuentro diocesano para recibir las propuestas que vendrán de las comunidades, de las parroquias y también de las organizaciones e instituciones indígenas». Por eso, «vamos juntos a profundizar las tesis principales y también las perspectivas que ese documento abre, para que después en nuestras asambleas podamos incentivar aún más y hacer avanzar las propuestas que vendrán de nuestras comunidades», ha afirmado el prelado.

Lo más interesante de las palabras del obispo de San Gabriel de la Cachoeira está en el hecho de insistir en que «los obispos tendremos que llevar para ese sínodo aquello que viene de la base, lo que las comunidades van a presentar, principalmente donde están los pueblos indígenas, los ribereños, los pueblos tradicionales, pues ellos son los principales protagonistas de este Sínodo, y nosotros queremos escucharlos con mucho respeto y con mucha sensibilidad pastoral».

El Cardenal Hummes también ha insistido en «como es importante oír los clamores de los pueblos de la Amazonia, en un ejercicio diario de estar juntos, en este momento histórico en que los pueblos de la Amazonia están más amenazados que nunca», haciéndose eco de las palabras del Papa Franciscoen el discurso a los pueblos indígenas en Puerto Maldonado. El Presidente de la REPAM, siguiendo las ideas del Papa, insiste en que «la Amazonia es banco de pruebas para que la Iglesia acierte el camino. En un momento decisivo de la historia de la Amazonía la Iglesia está llamada a iluminar».

Esto se hace posible con «una Iglesia mucho más cercana, incluso con las grandes distancias existentes, que el pueblo sienta el calor de la Iglesia, una Iglesia solidaria que defienda a los pueblos», recordaba el Cardenal Hummes, pedido que los indígenas hacían al Papa en Puerto Maldonado, «una Iglesia profética que denuncia e indica caminos».

Este Sínodo está «en el contexto de la Evangelii Gaudium, de la Laudato Si, de la Misericordiae Vultus, de Aparecida y del Vaticano II» según Cláudio Hummes, y «quiere rescatar aspectos del Vaticano II que aún no se han desarrollado». Por eso, continúa el cardenal, usando palabras del Papa Francisco, «la Iglesia no debe tener miedo de lo nuevo». En ese sentido, el Presidente de la REPAM afirma que «el Sínodo no fue convocado para repetir lo que la Iglesia ya dice, sino para avanzar».

Frente a posibles actitudes que pueden llevar a pensar en algunas diócesis que el Sínodo no contempla sus prioridades, el Cardenal Hummes insistía en que «el Sínodo quiere que todas las pastorales y movimientos tengan un rostro amazónico, que surja un clero autóctono e indígena y que sea desarrollado un proceso de inculturación, haciendo realidad una Iglesia indígena y no sólo indigenista «.

El Sínodo de la Amazonia «será histórico, somos nosotros quienes vamos a trazar los nuevos caminos de esta Iglesia», afirma el Cardenal Hummes, y por eso «no podemos tener miedo». Al hablar sobre los ministerios, el Presidente de la REPAM, en la búsqueda de caminos nuevos para que el pueblo tenga más, mejor y frecuente acceso a la Eucaristía, que es el centro de la vida cristiana, decía que «hay libertad de discusión sobre los ministerios», incluso sobre la posibilidad de ordenación de hombres casados, dada la extrema necesidad en la región, pero insistiendo que «ese no es el único tema del Sínodo, no es el tema central».

Por eso, el Cardenal Hummes invitaba a los obispos presentes a dejar que «el Espirito Santo nos abra nuevos horizontes para que la Iglesia pueda servir mejor, recordándonos a los misioneros y misioneras del pasado, cuyo ejemplo nos debe alentar «.

Mons. Mario Antonio da Silva, obispo de Roraima y Presidente del Regional Norte 1 de la CNBB – Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, decía que el Sínodo «nos interpela a estar y caminar juntos, y este encuentro entre los obispos de la Amazonia aquí en Brasil consolida un camino en conjunto para analizar nuestra realidad, ofreciendo propuestas y sugerencias con coraje para el Sínodo».

Dada la realidad de los inmigrantes y refugiados venezolanos, situación que en Roraima ha generado diversos conflictos, Mons. Mario Antonio mostraba su indignación, especialmente con lo que está pasando en la ciudad fronteriza de Pacaraima, preguntándose «¿cómo ofrecer un futuro sereno y un presente más digno para los jóvenes inmigrantes y refugiados?». Junto con eso, el obispo de Roraima insistía en que «el mundo espera de la Amazonia una propuesta seria de ecología integral, de especificar lo que es, algo que prioriza a las personas y comunidades».

Finalmente el anfitrión del encuentro, Mons. Sergio Castriani, comenzaba sus palabras diciendo que «esta semana para la Iglesia de Manaus será un tiempo de gracia …, los pastores de la Amazonia vamos una vez más a poner en común la alegría del Evangelio vivido en esta parte de Brasil. Una alegría serena que no esconde los grandes desafíos que enfrentamos en esta tarea que va más allá de nuestras fuerzas «.

La importancia del encuentro está, según el Arzobispo de Manaos, en que «se realiza en las vísperas de dos sínodos cuya temática nos toca de manera especial. Juventud y Amazonia son realidades que se complementan«. En la Amazonia la población es todavía joven, y «la juventud es la primera víctima de la depredación de la naturaleza que transforma nuestras periferias en lugares de usuarios y traficantes que matan sin dolor ni piedad», según Mons. Sergio Castriani, que afirma que «sólo habrá futuro para la Amazonia si conquistamos los corazones de los jóvenes para sus grandes causas».

El Arzobispo de Manaos insistía en que ya existe una Iglesia con rostro amazónico, que se manifiesta en las comunidades desde el encuentro de Santarém, en 1972, y que, a pesar de los avances conquistados, «las necesidades todavía son grandes y nuestras características regionales exigen soluciones diferenciadas».

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Fuente: Religión Digital

 

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