DOCUMENTO FINAL: El sínodo de la Amazonía culmina, pero el desafío es hacerlo vida en el territorio

Durante la última rueda de prensa realizada en la Sala Stampa del Vaticano los relatores especiales del Sínodo de la Amazonía, Cardenal Michael Czerny y Mons. David Martínez de Aguirre, han presentado el documento final fruto del trabajo de tres semanas donde han estado implicadas casi 300 personas. 

Martínez de Aguirre y Czerny, durante la presentación del documento final del Sínodo Amazónico. Foto: B.G.B.

Martínez de Aguirre y Czerny, durante la presentación del documento final del Sínodo Amazónico. Foto: B.G.B.

Roma, 25 de octubre de 2019. Con una Sala Stampa (sala de prensa del Vaticano) repleta, se presentó el documento final del Sínodo de la Amazonía, fruto del trabajo de alrededor de 300 personas en estas últimas tres semanas. Pero este Sínodo no ha empezado el 6 de octubre pasado. En 2017, el Papa Francisco lo anunció y luego de ello, el camino ha sido largo.

«Traigo al centro una frase de un líder que escuchamos estos días: Por desgracia la extracción de oro,  está más cerca de nuestra comunidades que la palabra de Dios. Esto refleja lo que hemos vivido estos días y lo que está en este documento», comentó Mons.  David Martínez de Aguirre en esa última rueda de prensa de este Sínodo.

Más de 270 actividades de escucha, donde más de 87.000 personas participaron en el territorio amazónico y en otros países del mundo. Dos años previos han marcado el resultado de este Sínodo. El diálogo, la escucha, una iglesia que quiere renovarse, moldearse, aprender.

El documento en sus 120 puntos, aborda las cuatro dimensiones con las que se inició el Sínodo: Cultural, Ecológica, Social y Pastoral.  Estas dimensiones marcan el camino de conversión, que para el Card. Czerny, relator del Sínodo significa qué «sin la conversión no hay nuevos caminos, seguiremos repitiendo lo que ya hemos hecho. No se da un verdadero cambio. Con la Amazonía ardiendo, las personas se dan cuenta cada vez más, que las cosas deben cambiar».

Para otro de los relatores, Mons. David Martínez  de Aguirre, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, Perú, se han escuchado  los gritos y la necesidad de una Iglesia con Rostro Amazónico, también es un grito, un cuestionamiento. Este proceso nos ha servido para discernir sobre cómo estamos viviendo en la Amazonía y como lo queremos hacer.

«Venimos a Roma trayendo nuestras ilusiones, nuestras preocupaciones. La imagen del Papa,  rodeado de los pueblos amazónicos al iniciar el Sínodo, es un símbolo, de que ellos están empujando la iglesia. Nos vamos a la Amazonía con es imagen del Papa, diciéndonos que avancemos para aguas más profundas», indicó Martínez de Aguirre.

En este documento encontramos la respuesta a muchas de las propuestas de las miles de voces escuchadas. La opción contundente de la Iglesia y del Papa Francisco en la ‘Laudato Si’, que se hace carne en la Iglesia Amazónica, para responder  al grito de la «Tierra y de los pobres» por un territorio que está siendo amenazado de muerte y devastado. Hemos oído la realidad de los pueblos amazónicos, de sus dolores, pero también de esa fuerza que los sostiene y que le brindan al mundo. Por eso la decisión por la defensa de los derechos humanos, es una de las propuestas definidas.

En cuanto al diálogo intercultural e inculturación, se manifestó el deseo de que los pueblos amazónicos «sean protagonistas de su propia evangelización» con sus expresiones para encontrar a Dios, con el reconocimiento y la valoración desde la Iglesia en un diálogo de iguales, donde el enriquecimiento y aprendizaje es mutuo y  como una revelación coherente desde la Iglesia de luchar contra cualquier tipo de nuevo colonialismo, como lo expresase el Papa al iniciar la Asamblea Sinodal.

Este ha sido el Sínodo de las mujeres, su participación sin duda ha transformado la Iglesia, la historia de los sínodos, la posibilidad de esos nuevos caminos, el proceso de debe agudizar y profundizar. Se reconoce la necesidad de conferirles participación con toma de decisiones, con responsabilidades concretas en los procesos claves para la gestión de la vida de la comunidad católica, que como bien sabemos, son ellas, quienes sostiene la vida de la Iglesia.

El Papa Francisco fue enfático en su discurso de cierre dentro de la Asamblea, al mencionar que la Iglesia tiene que leer la realidad de la Amazonía y que esa realidad tiene que transformar los caminos de la Iglesia, ello para la respuesta sobre la ministerialidad, la liturgia, el acompañamiento y la cercanía. La Iglesia está aprendiendo a escuchar, a discernir. Esa es la acción que se necesita para responder de una forma fecunda a los tiempo de hoy.

El tema de la sinodalidad ha sido algo fuertemente remarcado. Sinodal es una expresión que indica cómo la iglesia puede ir adelante. Se trata de una forma de caminar juntos. Y se recogen las palabras del Papa «la tradición no es un museo, no es un objeto para guardar, sino que es un recurso para el futuro. Es lo que tenemos que brindar para poder salir adelante».

El cardenal Michael Czerny también recalcó que el mensaje del Papa Francisco al concluir fue también dirigido a los comunicadores y comunicadoras y «les dio las gracias por ayudar al Sínodo a salir al encuentro de las personas. Tiene la esperanza de que ustedes continuarán haciendo esto».

Lee el documento completo aquí.

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